Características de este movimiento literario
Las características fundamentales de esta corriente fueron
una mirada al mundo parándose en la misma tierra, en las raíces y las
tradiciones. Fue un estilo auténtico que ponía un especial énfasis en las
costumbres de un lugar, en describir cómo era la vida de un pueblo determinada
perdido en la inmensidad del continente Americano.
Autores como Vargas Llosa o García Márquez fueron los que
más se destacaron y al nombrarlos no podemos olvidarnos de sus obras magnas:
“La ciudad y los perros” y “El amor en los tiempos del cólera”, las más
identitarias de esta corriente.
De todas formas cabe mencionar que hubo otros que, sin
compartir del todo esta idea de escribir desde las raíces para mirar al
exterior, también fueron incluidos en este grupo, tal es el caso de Julio
Cortázar o Juan Carlos Onetti. Éstos ofrecían un estilo diverso, más pendiente
de realidades intimistas, una literatura rioplatense que mucho difiere de obras
como “La ciudad y los perros” o “Cien años de soledad”.
El “boom” fue posible gracias a la importancia que
editoriales como Seix Barral le dieron a autores provenientes del otro
continente; de hecho fue gracias a publicaciones como “La ciudad y los perros”
que la literatura latinoamericana comenzó a leerse en todo el mundo, incluso en
la propia Latinoamérica.
Según Vargas Llosa no se trató de una época que dio sólo
buenos libros sino que permitió que Latinoamérica comenzara a ocupar un lugar
relevante en la cultura de Europea. Dijo:
Autores fundamentales
Una de las cosas fundamentales que hizo posible el “boom”
fue el mestizaje, el crear un idioma literario que descendiera del de Cervantes
pero ofreciera cosas nuevas, auténticas del continente Americano.
Esto significa que sin conquista europea no habría existido,
como tampoco habría sido posible sin las posteriores inmigraciones de un
continente al otro, concluyendo en la gran ola de intelectuales
latinoamericanos que se trasladaban a Europa en busca de un futuro más
alentador.
Gabriel García Márquez (1927): Uno de los fundamentales en
el surgimiento del movimiento; creador del realismo mágico y autor de numerosas
obras que se encuentran dentro de este género, entre las que destaca “Cien años
de soledad”.
Julio Cortázar (1914-1984): Es uno de los autores
latinoamericanos más abierto, inteligente y creativo que haya existido. Con
especiales dotes para el relato y la prosa poética, de quien muchos autores han
tomado el ejemplo. Además ofreció una novela rioplatense sumamente novedosa,
diferente a lo propuesto por los autores del “boom” pero indudablemente igual
de relevante.
José Donoso (1924-1996): Este autor chileno se encontró
absolutamente ligado a otros escritores del “boom”, sin embargo más tarde se
separó de este grupo debido a que consideraba que era necesario resignificarse
y continuar, sin quedarse ligado a los cánones establecidos por el movimiento.
Sus obras más destacadas sin lugar a dudas fueron “El obsceno pájaro de la
noche” y “Casa de campo”.
Mario Vargas Llosa (1936): Se lo considera el autor más
joven de este movimiento. En sus obras puede notarse una clara descripción de
la sociedad peruana y un intento de acercarse a la humanidad de las personas
para comprender los diferentes sucesos históricos y culturales. Entre sus
obras, las que le ubican dentro del “boom” latinoamericano irremediablemente
son “La ciudad y los perros”, “La casa verde” y “Conversación en La Catedral”.
¿Cómo entender el “boom” en nuestra era?
El poeta Caballero Bonald, quien también se hizo presente en
estos diálogos sobre el “boom” expresó que poseemos un idioma lleno de
pluralidad y que es importante que sepamos apreciar la diversidad para que se
enriquezca la literatura hispana.
Concluyó diciendo que los autores del “boom” estaban en
contra del inmovilismo, como él lo está, y gracias a que supieron transmutar el
lenguaje coloquial en el literario, consiguieron ofrecer un legado único que
permitió que el lenguaje latinoamericano se convirtiera en un legado universal.
Antes de terminar quiero aclarar entre paréntesis algo que
creo que en el otro artículo no se comprendió del todo. Había citado a Rodrigo
Fresán diciendo que ya se había escrito todo. No se refería a que no había más
historias que contar, se refería a no seguir revolcándose en el estilo del
“boom” y a intentar nuevas formas. A no querer seguir emulando este estilo sino
salirse de los moldes. Comparto su postura y los incentivo a buscar su propia
voz en vez de intentar copiar o emular de aquellos autores a los que admiran.
Es cierto que el “boom” es primordial para las letras
hispanas pero debemos tenerlo como algo que ya terminó e intentar continuar,
buscando nuevos estilos y formas y desligándonos de lo que autores de hace 50
años impusieron como regla general.
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